"Tardé bastantes años en poder visitar un gran taller y cuando por fin lo logré, en Madrid, el recibimiento fue tal que prefiero no guardar el recuerdo".
Introducción; Aquiseencuaderna
- Hola, buenos días, es un placer y una satisfacción enorme el poder saludarlo.
- No nos conocemos; soy el que pintó el papel al engrudo que le enseño Rocío.
-¡Bueeeno...! De casualidad, como ese pintaste uno, pero ni uno más.
Sorprendido callé; no fui capaz de contestarle.
De camino al Hotel, pensé en hacer 10 distintos y enviárselos, pero... ¡Para que!
Madrid - Azorín - Vicente Cogollor
Han pasado ya 35 años.
Rocío empezó conmigo y al poco tiempo se fue a aprender a la imprenta artesanal del Ayuntamiento de Madrid.
Cuando después de meses rompiéndome la cabeza, fui capaz de desarrollar la técnica de los papeles al engrudo que hacía Antolín Palomino, le envié uno; se lo enseño a Vicente Cogollor y este la acuso de habérselo cogido a Palomino.
¡Imaginad la satisfacción que sentí!
Todos los años iba a Madrid y visitaba el Conde-Duque.
Allí estaba la imprenta artesanal y el taller de encuadernación del Ayuntamiento.
Siempre había una exposición de libros y encuadernaciones y me pasaba horas y horas mirándolos, admirándolos, estudiándolos.
Sobre todo, la técnica de José Luis García Rubio.
- Hola Carlos.
Rosa -creo que se llamaba- era un cielo de chica, la conocí en Coruña, era amiga de Rocío y trabaja en la imprenta artesanal.
Que alegría y que sorpresa.
- ¿Quieres subir y ver el taller de encuadernación?
No me lo podía creer....
Me presentó a José Luís -era aún más tímido que yo-, pues casi no abrió la boca y despues de mucho insistir, se acercó a un armario y nos mostró las tapas de un libro, de diseño clásico, en las que estaba trabajando.
Rimas - Gustavo Adolfo Bécquer - José Luis García Rubio.
Después de José Luis, tuve el placer de saludar a Vicente Cogollor.
- "Como ese pintaste uno, pero ni uno más" -
Podéis imaginar la cara de Rosa.
Miró al fondo del taller, sonrió y dijo:
- Carlos, ¿quieres que te presente a Antolín Palomino? -
Missale - Antolín Palomino
Allí estaba; mi admirado Antolín Palomino, trabajando en una encuadernación.
El alcalde de Madrid, Tierno Galván le había comprado el taller -creo recordar que por 8 millones de pesetas, un dineral para la época- y el, ya mayor, visitaba el Conde-Duque para pintar sus papeles y encuadernar.
Rosiña; me ha encantado verte y mil gracias por tu amabilidad, pero no, por hoy ya he tenido suficiente.
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BRUGALLA, El arte en el libro y en la encuadernación.
- Vergüenza te tenía que dar, tenerme así y durante tantos años.
- ¡De que te quejas! te he leído muchas veces, te he compartido, no me apetece encuadernarte, pero te cuido; te quiero, estas en la biblioteca y protegido entre papeles.
- Desecho, Carlos, desecho; estoy desecho y la humedad me come; la humedad de esta tierra.
- Ya, ¡Y quieres irte al Brasil!
- Me lo prometiste.
- Te lo prometí y lo voy a cumplir.
Al calor del Brasil; aunque de la humedad no creo que te olvides, pero el idioma te va a sonar y alguien encontraras que te encuaderne y vuelvas a ser el de siempre.
- Recuerdas. Te encontré en Coruña -hace ya muchos años- en una feria del libro antiguo; fue tal la emoción y alegría - no imaginaba descubrirte aquí- Una maravilla que tuve la suerte de encontrar hace tantos años y me mostró un mundo que desconocía abriéndome la mente.
Querido amigo -gracias, no me olvides y perdona- se feliz.
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AFEDA
- ¿D. Carlos Rey?
- Si, dígame.
- Soy la condesa de Orgaz.
Le iba a contestar que yo era el conde de Lemos, pero era una persona amable y educada; me callé.
Han pasado ya muchos años. En Madrid estaban montando la asociación de encuadernadores y me llamaban para invitarme a participar.
Le dije que sí, que encantado y nunca más me llamaron.
Cuando publicaron la primera revista me asocié.
AFEDA, fué una luz; un cambio en el mundo de la encuadernación en España.
En la introducción de esta web hablo de un grupo de mujeres que cambiaron el "ambiente" de la encuadernación en este país.
"Abandonando el raquitismo, quebrando un mundo cerrado, buscando nuevos caminos, abriendo la mente, fundando escuelas, propiciando la traducción y edición de libros"
Las revistas de AFEDA son una maravilla; hace años ya que desapareció la asociación y con ella la revista.
La primera se publicó en el año 1993 y la última 41-42, en el 2012.
La 40 nunca llego a salir de la imprenta y desconozco las causas.
Escaneé las tres que estaban agotadas -para mis amigos argentinos- y siempre pensé en escanearlas todas.
Pinchando en las fotos las podréis disfrutar.
El Brugalla ya está en Brasil y vosotras chicas, nos acompañareis a Argenta y a mi y en Diciembre, volareis a La Habana y disfrutareis para siempre del calor del trópico.
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MARIUS MICHEL
No recuerdo cuantos años hace que compré esta preciosa pieza.
Llegó de Francia y la anunciaban como del taller de Marius Michel.
Crette utilizo esta u otra igual, para una de sus encuadernaciones.
Un buen bronce, técnicamente perfecto y sin firma de su grabador.
Hoy, como el chiflo del afilador rosarino y otras muchas cosas de mi taller, descansa en el Centro de Artesanía de Lugo.
La mano, aún es mía.
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PAPIRO
Los compré en Siracusa, en el Instituto del Papiro.
No recuerdo como conseguí la dirección, Internet aún tardaría unos años.
Cada pliego dina4 costaba 2000 pts. (12 euros) y cada rollo lo monté con varios pliegos. No recuerdo donde fueron a parar, aunque pienso, que también, bajo las murallas bimilenarias de Lugo.
Siempre quise tener papiros y no sabía donde conseguirlos.
Un día una amiga me dijo:
- Carlos, tengo un conocido que fue a Egipto y trajo unas plantas de papiro, si quieres le pregunto.
A los pocos días me regaló un pequeño tarro con un esqueje de papiro.
Imaginar mi cara sosteniendo el tarro con las manos y corriendo con la plantita hacía casa.... y casi al llegar, en la Plaza de Azcárraga:
- ¿A dónde vas con ese papiro?
- ¡Pero…., como sabes que esto es un papiro!
Eduardo era mi vecino, vivía encima de mi casa y tenía una ligera disminución psíquica.
- Carlos, al lado de nuestra casa, en el atrio de la iglesia de Santiago hay plantados muchos papiros.
Y ahora imaginar mi cara.
Aquel día aprendí a observar y descubrí papiros por todas partes y a mirar con otros ojos a mí querido vecino.
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SUMMA EDITORIAL
Hay libros por los que sientes un especial cariño y en este caso doble, pues es un regalo de Juan Carlos Solís, editado por Summa Editorial, con un estuche de Juan Antonio F. Argenta.
Dos amigos en un libro.
Fue editado para servir de soporte al IV premio de encuadernación José Galván, que por desgracia, nunca se llegó a celebrar.
Y con el premio, una exposición monográfica de mi querido amigo Argenta y acompañándola, los libros de un invitado especial; un encuadernador argentino llamado Eduardo Tarrico.
Lo que pudo ser no fue, pero queda el libro y tres amigos.
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ARGENTA
Decía Picasso “Yo no busco, encuentro” y a Juan Fernández Argenta le pasa lo mismo; trabaja, trabaja y trabaja y al final encuentra.
Con maestría y humildad.
Humildad; tremenda palabra en este mundo nuestro.
Al principio no me llamó la atención, pero cuando más lo miro, más me gusta y así sigo, mirando y mirando; gustando y mirando..... precioso libro.
En octubre, en La Efímera, en París, volverán a disfrutar de su trabajo, y esta vez, a ver si puedo acompañarlo.
Felicidades, querido amigo.
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GALLEGOS
Lo puedo entender en Cuba pues, aunque allí sonó por primera vez el himno gallego, La Habana es el trópico, el calor, la humedad.
Centro gallego de la Habana; Hoy teatro nacional.
Pero en La Argentina, en Buenos Aires, en la quinta provincia; que no haya ni un puñetero plato típico que suene a mi tierra.
Un amigo uruguayo me dijo un día, Carlos, eso mismo le pregunté a mi padre.
- ¿Y qué te contestó?
- Anxo, todos soñamos con volver algún día, por eso….
La madre que los parió, si yo fuera uno de los millón doscientos mil gallegos que arribaron a esas tierras entre el XIX y principios del XX; soñara o no soñara, el caldo gallego sería un plato argentino, "Coño".
Un tío mío, -hombre de aldea-, odiaba el caldo.
- ¿Cómo puede no gustarte?
- Si hubieras tragado tanto como yo, también lo aborrecerías.
Caldo al desayuno, caldo al mediodía, caldo a la cena; por las mañanas, por las tardes y de noche, caldo.
A todas horas se comía el caldo en las aldeas gallegas y había el de ricos entre “” y el de pobres. El de ricos con carnes y el de pobres, solo verduras, unto y algunos huesos que se repetían caldo tras caldo.
Hoy voy a hacer un caldo de ricos; aprended amigos porteños.
El caldo se puede hacer con nabizas, con grelos, con repollos y con la maravillosa berza gallega.
Las carnes, - tanto de vaca como de cerdo- y los chorizos.
Antes utilizaba también huesos de caña, pero desde lo de las vacas locas, se acabaron los huesos.
Nos faltan ahora las habas, las patatas y por último el ingrediente más importante y característico de este plato, el Unto.
El Unto es la grasa blanca que cubre las tripas del intestino delgado del cerdo, que se extiende, se le echa sal gorda, y después se dobla y se ahúma.
El Unto, el olor de esta tierra.
Vamos allá:
Primero ponemos a cocer las carnes –en este caso un codillo ya desalado de cerdo- los chorizos, las habas secas y un trozo de unto.
El codillo; el olor del lacón que recordaba García Márquez de la comida que le hacía su abuela.
Después de hora y media y a medio cocer, incorporamos las patatas “escachadas” rotas, para que suelten el almidón y a la hora más o menos incorporamos las nabizas, que hemos antes troceado con las manos.
Una hora más tarde, mi mujer y mi hija ya se pueden sentar a disfrutar del caldo yo, me comeré el lacón y los chorizos para homenajear a mi tío y a la abuela gallega de García Márquez.
Y aquí os dejo el enlace, donde García Márquez se emociona recordando el lacón de su abuela.
https://narrativabreve.com/2014/05/cuento-garcia-marquez-viendo-llover-en-galicia.html
Si teneis problemas con el enlace, buscar García Márquez, Galicia y ahí aparecerá.
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LA CHINA
Han pasado muchos años.
Le compraba papel a una chica que lo importaba de china, le llamaban “la china” y era una vendedora nata; un día me dijo:
-¿Porque no haces libros en blanco y yo los vendo?
Le hice 10 con papel verjurado Guarro Casas y forrados en lino artesanal.
En una semana los vendió todos y a partir de ahí y durante 3 años, hice lo que menos me gusta en esto de la encuadernación: trabajar, trabajar y trabajar.
Libros, agendas, cientos de libretas y todo lo vendía.
Ya no sabía cómo decorar las dichosas libretas y me puse a pintar.
Una mesa, acrílicos; una resma de Ingres y venga, venga y venga.
A veces salía una mierda pero otras, no quedaban mal.
Montones hice y montones vendió; todos diferentes y hoy siento nostalgia de aquel tiempo en que pintaba sobre aquella mesa.
Un día me llama:
- Carlos, estoy en el Parlamento de Galicia vendiendo tus cosas, enciende la tele y mira lo que está bebiendo Fraga.
- ¡Pero, de que me hablas!
Enciendo la gallega y allí estaba Fraga Iribarne largando su discurso.
-¿Qué está bebiendo?
- ¡Coño! Yo que sé lo que está bebiendo….un vaso de leche
- Whisky y leche, así no se nota.
- ¿Y tu como lo sabes? -
Estoy en el bar del parlamento hablando con el camarero que acaba de llevarle el vaso.
Joderrrrrr…..ó, cogerrrrr...., si eres argentino.
Pd.- Las fotos dejan bastante que desear, aún faltaban años para la cámara digital.